Punto de encuentro para los amantes de la historia, el arte y los grabados




El rincón de Tucídides aspira, sin pretensiones, a presentar toda aquella información interesante al respecto de la historia, el arte, fotos de grabados y libros antiguos de mi colección, citas de libros que me han gustado, referencias que vaya encontrando sobre estos temas, en fin todo aquello que me interesa, y que espero pueda ser atractivo para los demás.

"Insulae Balearides et Pytiusae"

"Insulae Balearides et Pytiusae"
"Novus Atlas" o "Theatrum Orbis Terrarum", de Blaeu, Amsterdam, 1640

La frase


"Mientras vivas procura constantemente instruirte, no presumas que la vejez lleve consigo la sabiduría"

Solón (638 a.C- 558 a.C)


Plan de Palma de N. de Fer

Plan de Palma de N. de Fer
Plano de Palma de N. de Fer (s. XVIII)

domingo, 28 de diciembre de 2014

El emperador Carlos v en la batalla de Mühlberg

Estamos ante el cuadro pintado por Tiziano “El emperador Carlos v en la batalla de Mühlberg” que actualmente se conserva en el Museo Nacional del Prado (Madrid). 
 
El emperador aparece en el retrato, por una parte, montando el caballo negro con el que derrotó a la Liga de Smalkalda, y por otra parte, porta la armadura que lució en la batalla. En la escena también destaca un vasto paisaje dominado por una atmósfera indefinida, no se sabe si estamos ante el alba o el ocaso, y resaltando sobre el fondo, en un plano principal, se sitúa la figura del vencedor, equipado con su armadura y montando su caballo negro. Se muestra solo, sin sus tropas,  como símbolo de su victoria aplastante sobre los protestantes, es una imagen que se proyecta a la posteridad. Es reseñable el semblante serio del emperador, con unos rasgos faciales marcados, una mirada grave y perdida hacia la lejanía del paisaje. La pose es majestuosa, el caballo está bellamente engalanado, y porta una rica armadura y una lanza, atributos simbólicos todos ellos que proporcionan una imagen impresionante de poder. Del retrato ecuestre se desprende una doble manifestación, primero apreciamos la apariencia física de Carlos v, segundo es una clara muestra de una autoridad moral incontestable, es la imagen del gran vencedor. Se puede considerar que el retrato de los monarcas absolutistas se inicia con esta obra de Tiziano.
 
La victoria fue el desencadenante del retrato, subsidiariamente la obra puede entenderse como un retrato histórico y como un monumento al honor del vencedor. El culto a la figura ecuestre se encuentra en la tradición, existen precedentes en el emperador Maximiliano i, y el propio Carlos v en su juventud. Existen dudas sobre si el emperador quería identificarse con San Jorge, debido a que las tropas habían vencido bajo la invocación de este santo, o bien únicamente se trataba de una asociación artístico- formal. De todas formas es clara la asimilación del retratado con el miles christianus, además cuando cruzó el Elba se le comparó con Julio César y su paso del Rubicón. Tiziano supo transferir la monumentalidad y la grandeza de las estatuas ecuestres de los condottieri italianos a un lienzo, cosa difícil ya que implicaba usar uno de gran tamaño. El interés que tuvo el emperador hacia las bellas artes únicamente estuvo enfocado hacia el precepto de la “magnificencia”, considerada como virtud desde los escritos aristotélicos de la Ética Nicomaquea. A pesar de ese desinterés carolino por el arte es clara su conciencia sobre la importancia de los poderes, representativos, simbólicos y persuasivos de la imagen. Su relación con el arte cambió cuando conoció a Tiziano y se convirtió en su pintor oficial.
 
Una teoría afirma que este caballero no se diseñó como un cuadro aislado, sino que debía verse completado con toda una serie de retratos  que Tiziano pintó durante su primera estancia en Augsburgo. En estas obras destacan escenas de vencedores y perdedores, inspiradas en la batalla de Mühlberg, así como los retratos de la familia real. Es una manifestación de la concepción de tradición imperial. Este conjunto de retratos debía interpretarse como una marcha triunfal, con reminiscencias al pasado. Esta asociación se explica desde un punto de vista abstracto y teórico.
 
Carlos v (Gante, 1500-Yuste, 1558) tuvo en sus manos un inmenso poder territorial en el momento en que Europa dejaba el gótico y entraba en el Renacimiento. Los años cuarenta y cincuenta envuelven Europa en un conflicto generalizado: guerra contra Francia, expediciones contra Argel y Túnez, el Concilio de Trento, y como no, el enfrentamiento con los protestantes. La batalla de  Mühlberg en Sajonia sucedió en 1547 y supuso una victoria, si bien no definitiva, sobre los príncipes alemanes protestantes agrupados en la Liga de Smalkalda. Fue una consecuencia del cambio de la fracasada vía de negociación por la fuerza de las armas con la que el emperador pretendía poner orden en una Alemania imperial influida por el protestantismo iniciado por Lutero, y que a partir de 1517 se extendió por el Imperio amparado por unos príncipes con aspiraciones de mayor poder político y económico.

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