Punto de encuentro para los amantes de la historia, el arte y los grabados




El rincón de Tucídides aspira, sin pretensiones, a presentar toda aquella información interesante al respecto de la historia, el arte, fotos de grabados y libros antiguos de mi colección, citas de libros que me han gustado, referencias que vaya encontrando sobre estos temas, en fin todo aquello que me interesa, y que espero pueda ser atractivo para los demás.

"Insulae Balearides et Pytiusae"

"Insulae Balearides et Pytiusae"
"Novus Atlas" o "Theatrum Orbis Terrarum", de Blaeu, Amsterdam, 1640

La frase


"Mientras vivas procura constantemente instruirte, no presumas que la vejez lleve consigo la sabiduría"

Solón (638 a.C- 558 a.C)


Plan de Palma de N. de Fer

Plan de Palma de N. de Fer
Plano de Palma de N. de Fer (s. XVIII)

viernes, 19 de julio de 2013

Monumento turriforme de Pozo Moro

Sepulcro de Pozo Moro en el Museo
Arqueológico
 Nacional
El monumento turriforme de Pozo Moro construido en el tránsito del siglo vi al v a.C., pertenece al mundo ibero, y está situado en la necrópolis del mismo nombre que se encuentra en el municipio de Chinchilla de Montearagón (Albacete). Está ubicado estratégicamente y enlazaba de alguna manera una serie de vías de comunicación, la Vereda Real de Cartagena, la Vía Herakleia, y Bolbax- Pozo Moro, y el Camino Pozo Cañada- Horna. Su cercanía de Tartessos le confería la categoría de centro de comunicaciones del mundo ibérico. Su hallazgo fue de capital importancia para el estudio de la arquitectura ibérica.
 
Se trata de un edificio funerario que cubría  un enterramiento cuyo ajuar está compuesto por piezas de procedencia helénica. Está construido con sillares de piedra con una altura aproximada de 6 metros, alguno de los cuales se halla decorado con varios relieves, dispuestos en forma de friso o banda horizontal, que describen escenas sobre antepasados, fundadores de la dinastía de los que erigieron el monumento, y sus relaciones con una divinidad, así como animales fabulosos, que son considerados novedosos por sus temas y por su estilo. El conjunto se halla flanqueado por cuatro leones esculpidos en piedra cuya función es apotropaica, o sea encargados de alejar los malos espíritus del cuerpo del difunto. El conjunto está rematado con varias molduras, alguna de las cuales tiene forma de gola similar a las egipcias y un acabado con forma piramidal. La construcción se asentaba sobre un pavimento de cantos con forma de lingote chipriota de clara influencia oriental. Alrededor del monumento había un “témenos” o recinto sagrado formado por unas pocas hileras de tapial. Los constructores del monumento no tuvieron en cuenta las condiciones del terreno, la inadecuada cimentación provocó el derrumbe en poco tiempo lo que ha permitido que nos llegase en buenas condiciones de conservación.
 
Detalle de uno de sus leones
La construcción se ha realizado a base de sillares de piedra. Un sillar es una “piedra, generalmente en forma de paralelepípedo y sección rectangular, que se utiliza en la construcción”. Exigen el empleo de útiles y mecanismos para su traslado y están muy trabajadas con una o más caras labradas. Normalmente tienen forma paralelepipédica, aunque pueden tener otras diversas formas según su disposición. Su peso también puede ser variable desde los 75 kg hasta los 150 kg. Su cara vista se llama paramento, las laterales juntas, la superior sobrelecho y la inferior lecho. Este tipo de trabajo era realizado por un cantero. Su trabajo se inicia mediante la selección de las piedras en estado natural según su labrabilidad, posteriormente se realizan toda una serie de operaciones denominadas “labra de la piedra”. Las acciones básicas que se realiza en obras de este período serían: el corte, que permite transporta bloques más manejables; el desbaste, con el que el artesano le daba el perfil definitivo eliminando así las irregularidades de la primera acción; el acabado o labra hasta darle a la piedra el tamaño y la forma definitiva antes de su colocación, según la calidad será más tosca o fina; y finalmente se realizaría la talla para darle un aspecto acabado, y un pulido mediante desgaste de la superficie que queda lisa. No me atrevería a decir si se ha realizado un bruñido para darle brillo.
 
Detalle de uno de sus relieves
En el mismo yacimiento se han encontrado restos que demuestran la existencia de construcciones similares, por lo que, aparte de su función como edificio funerario, estos monumentos tendrían una clara connotación territorial. El dominio de un territorio vendría marcado por la presencia de estas construcciones que condicionarían la percepción geográfica de los pobladores, la existencia de una necrópolis y la función simbólica alcanzaría al entorno físico. Debido a su estratégica situación el monumento turriforme de Pozo Moro sería visible para cualquier forastero que atravesase la zona, que a su vez recibiría el mensaje de pertenecía de este lugar a unos señores poderosos capaces de costear y construir monumentos impresionantes de clara influencia oriental.
 
El rito que practicaron fue el de la incineración para posteriormente colocar las cenizas en una urna y ésta en fosas, en las que no es raro que se aporten elementos personales, además de ofrendas como vasos cerámicos con comida o líquidos, armas o instrumentos de trabajo. Este tipo de necrópolis más simple es propio del área septentrional, mientras que en el sur se han encontrado pequeñas cámaras  o monumentos sepulcrales de pequeño tamaño, rectangulares o cuadrangulares. También aparecen tumbas de encachado tumular con gran acumulación de piedra no trabajada que cubre la urna.
 
El monumento turriforme de Pozo Moro es la mejor muestra de la cultura ibérica, no sólo nos permite apreciar su  arte más monumental, sino también sus concepciones funerarias y sus motivaciones territoriales de carácter político. Sus autores, los íberos, son un conjunto de pueblos un tanto enigmáticos, unos antepasados que vivieron en  la Península Ibérica que gracias al monumento comentado nos permite conocerlos un poco mejor.

sábado, 29 de junio de 2013

Las cuencas y vertientes peninsulares



Existen tres vertientes, la cantábrica o del norte y noroeste, que ocupa el 10,9% del territorio peninsular, circulando el 40,8%, se caracteriza por la regularidad y abundancia de las precipitaciones (1.350 mm/m2/año de media), está afectada por el clima oceánico que contribuye a unos ríos caudalosos y de gran torrencialidad.
 
La atlántica, con una superficie de 256.699 km2, el 52,1% del territorio peninsular, y el 33% de las aguas, engloba las cuencas el Duero, Tajo, Guadiana y Guadalquivir, está influenciada por un clima de dominio atlántico por sus precipitaciones, con contrastes térmicos y sequía estival de clara influencia mediterránea con caracteres continentales. Tiene unos caudales relativos bajos, pero en cambio los absolutos son altos debido al aporte de los afluentes.
 
La mediterránea tiene 182.140 km2 (37%) y fluye el 26,2% de la totalidad de las aguas, sus cuencas se caracterizan por la disparidad de contrastes en tamaño, condiciones climáticas, tipos de régimen fluvial. Las cuencas son la del Ebro, la del Júcar, las  del Pirineo oriental,  la del Segura, y las de las cuencas del sur. Vierten todas sus aguas al Mediterráneo, soportan un clima benigno, excepto el interior del Ebro, son cursos de agua cortos, poco caudalosos y afectados por la torrencialidad debido a las pendientes y a las intensas lluvias.

viernes, 7 de junio de 2013

La ciudadanía europea frente al euroescepticismo

Desde posiciones internas y defensoras de la UE aquel que la critica lo hace desde el desconocimiento y desde convecciones reaccionarias. Mientras que los euroescépticos ven  que el mensaje que pretende transmitir la UE es la de  un determinismo histórico, como si todo el proceso integrador no fuese más que una acumulación de procesos inevitables.
 
Uno de los principales argumentos euroescépticos argumentado por la ciudadanía es el déficit democrático, argumento defendido a partir de aseveraciones sobre la existencia de dicho déficit, como que la mayoría de las decisiones comunitarias importantes están en manos de los gobiernos de los Estados, y no del Parlamento de la UE, quedando así fuera de un control democrático.  El Parlamento Europeo es el único órgano de elección popular, pero con poco estímulo, es un organismo débil ante la toma de decisiones que sean objeto de aplicación, puede ejercer únicamente la posibilidad de censurar o bloquear las acciones del ejecutivo.  No tiene capacidad en la fijación de impuestos. Los discursos que emanan de las instituciones comunitarias tienen un  carácter burocrático y tecnocrático.
 
Según determinados puntos de vista euroescépticos las decisiones políticas vienen condicionadas en muchas ocasiones por grupos de presión de carácter económico que se sitúan alrededor de los organismos comunitarios. La mayor parte de los ciudadanos europeos ven como una imposición obligatoria todo el proceso integrador, mientras que son una minoría aquellos que la defienden como un destino universal, son idealistas al respecto, mientras que hay otros que están a su favor por mero interés económico o político, como serían los empresarios y burócratas comunitarios.
 
La participación popular ha disminuido  en las elecciones, la sensación que en general se tiene es que las instituciones pretenden actuar alejados de las decisiones y control ciudadano. Todas las decisiones vienen impuestas y son adoptadas por instituciones lejanas que no han sido objeto de elección, y que no deben responder ante nadie que haya sido elegido. En concreto el Consejo de Ministros  es un órgano parcialmente elegido, pero sin control democrático, mientras que el Parlamento Europeo no tiene eco en las elecciones europeas, la gente no muestra interés porque lo ve como algo lejano de la realidad cotidiana. La UE no ha impuesto una unidad política unidireccional, sino que los intereses de los Estados nación se dejan entrever, principalmente el eje París- Berlín se ha posicionado como el verdadero cerebro de Europa, ninguna decisión puede salir adelante sin su consentimiento. Tampoco  hay auténticos partidos de corte europeo, sino más bien agrupaciones dictadas por presuntas afinidades ideológicas. Las realidades nacionales no han sido sustituidas por la unión supranacional, los ejércitos siguen siendo nacionales y el principio de la división de poderes tampoco está presente en la UE.
 
No han alcanzado  eco los símbolos comunes. Mientras que el euro sí que ha sido un éxito, pero ello no conlleva necesariamente una unidad política, si bien se hace un esfuerzo por crear una invención de una tradición para una comunidad sobreentendida e impuesta por unas élites interesadas, es decir se presenta a la UE como el culmen de un proceso evolutivo histórico, una consecuencia inevitable. Europa es presentada como el centro del mundo y de la civilización, a su vez se defiende que las guerras y enfrentamientos han quedado enterrados gracias a la UE. Los partidos y sindicatos que en sus inicios estuvieron en contra se han ido incorporando  al proceso europeísta en mayor o menor grado.
 
La construcción europea se presenta como un compromiso entre el capitalismo, la democracia y el Estado del bienestar. A partir de aquí  las críticas que ha recibido la UE es que Europa se basa en un capitalismo no tan agresivo como el americano, más social, lo que se ha denominado el Estado del Bienestar, pero éste debido a la crisis económica se encuentra en retroceso, se ha perdido capacidad económica. También se le achaca que las políticas neoliberales dominan los contenidos del Tratado de Maastricht y del Pacto de Estabilidad. La Carta de Derechos de 2000 de Niza es inferior en cobertura de derechos que los que defienden y recogen los Estados nacionales, de ahí ese retroceso del Estado del Bienestar por el que es criticada la UE. En sus aspectos económicos también se le critica que el FMI, Banco Mundial OMC dominan los planteamientos económicos europeos, y no permiten el desarrollo de aspectos más sociales.
 
La UE es vista por muchos sectores sociales como una defensora de la globalización a ultranza y del capitalismo de corte EEUU.  Se presta muy poca atención a la inversión en cuestiones sociales, menos del 1,3%. Critica al proteccionismo y las subvenciones de la agricultura europea.
 
En cuestiones políticas se producen constantes encuentros y desencuentros entre los Estados nacionales, todo queda condicionado a la primacía del eje franco- alemán, a pesar de las concepciones diferentes de lo que tiene que ser la UE entre Francia y Alemania, a los que habría que añadir al Reino Unido. Alemania es el centro del poder, cuenta además con más aliados en la UE que Francia, lo que ocasiona que exista un rechazo por la ciudadanía europea a las imposiciones del país germano. Otra cuestión espinosa es la de las áreas menos desarrolladas debido a que apenas se han visto beneficiadas, el mercado único favorece más a las regiones más desarrolladas, se le achaca que aumenten las diferencias por motivos económicos.
 
Sus actuaciones exteriores son objeto de valoración y análisis por la opinión pública, sobre todo en lo que respecta a los fondos de cooperación con el tercer mundo, a pesar de reconocer que el 50% de lo que se mueve está aportado por la UE. Así como a las fronteras interiores y el control  de la  inmigración, considerada de carácter represivo y que contradice la libertad de circulación en el seno de la UE. Aunque por otra parte los extracomunitarios son necesarios por el envejecimiento de la población y para que hagan aquellos trabajos que no quieren hacer los europeos. El medioambiente es otra de las asignaturas pendientes que da motivos de quejas a pie de calle, falta una verdadera conciencia medioambiental, a pesar de la firma del Tratado de Kioto es la segunda potencia contaminante después de EEUU.
 
La iglesia, sindicatos, y patronal critican la excesiva regulación, esto para muchos debilita la sociedad civil. Los mass- media también marcan el carácter euroescéptico en muchos países. Los diferentes sectores de la sociedad oscilan entre un apoyo difuso a la UE, y aquellos específicos según áreas, sectores y coyunturas. La ciudadanía distingue una triple acepción política: instituciones, políticas y políticos que son objeto de valoración, apoyo o rechazo frontal.
 
La sociedad es euroescéptica debido a tres motivos fundamentales: 1) la UE es invasiva normativamente; 2) no funciona de modo democrático; y 3) se falsea el principio de subsidiaridad.
 
Los tres criterios de análisis son: 1) evaluación efectiva (instrumental- utilitaria), íntimamente relacionada con la dimensión económica; 2) evaluación cognitiva (racional- normativa), vinculada con la dimensión de legitimidad; y 3) evaluación emotiva (identidad), con su relación con la dimensión sentimental. No son únicos, son mezclados, no existe predominio de uno sobre otro. El criterio económico es el que prima, principalmente en aquellos países que aportan más de lo que reciben, ya que son caldo de cultivo para el euroescepticismo. La aplicación de políticas neoliberales también fomenta rechazo. Si bien la legitimidad política no es tan asumida como la económica, solamente si es invasiva con determinadas políticas que afectan al derecho penal, inmigración… se puede adoptar una postura euroescéptica. Es evidente el choque entre instituciones comunitarias y las nacionales. El factor identitario es clave para determinados partidos, principalmente de la derecha radical, debido a que fomentan un nacionalismo exacerbado que rechaza la ciudadanía europea. Aun así, es general que existe una mayor vinculación a la identidad nacional que a la europea, todavía hay un fuerte apego al Estado Nación.
 
En conclusión, la ciudadanía al margen de las teorías y formas de pensamiento euroescéptico también es consciente de determinadas carencias o desatenciones tanto de la política general comunitaria, como de la política económica tachada de neoliberal, como de la política social y medioambiental. Todos estos factores son aprovechados e instrumentalizados por los partidos políticos para captar votos.

¿Por qué se produjo una burbuja inmobiliaria en España?

El 1 de enero de 1999 se reduce el riesgo de invertir en activos españoles por parte de las empresas europeas, hay una disminución de la prima de riesgo y de los intereses hipotecarios lo que permite un endeudamiento más barato, entre otras cosas para comprarse una casa. A partir de aquí el endeudamiento de particulares y promotores se dispara. Los factores que contribuyeron a la burbuja inmobiliaria en España básicamente son la gran caída de tipos de interés en España, la necesidad de la población de tener una casa, el incremento de la población debido al baby boom y un aumento considerable de la inmigración que provoca que haya más hogares.

El sistema financiero español está formado por los bancos con base accionarial, y las cajas de ahorro, sin ánimo de lucro. Estas últimas entran en un proceso de liberación y desregulación a medias, en un mercado de mayor competencia y diversificación geográfica, que les permitió quitar cuota de mercado a los bancos. A partir de los activos inmobiliarios, las entidades financieras se subrogaban  en los préstamos de los particulares que adquirían viviendas. En un momento dado como los depósitos del pasivo no eran suficientes tuvieron que acudir a mercados internacionales para seguir prestando dinero.

Toda esta dinámica condujo a un endeudamiento del sector inmobiliario equivalente al 60% del PIB, además el precio del metro cuadrado se disparaba, y el precio de la vivienda se duplicaba, por tanto el valor de las garantías reales subía. Más del 80% de la riqueza se invertía en bienes raíces. A su vez, los ingresos de las administraciones también fueron dependientes de la construcción. Los factores de demanda afectaban a la subida del precio de la vivienda a corto plazo. Ya en 2003 Miguel Ángel Fernández Ordóñez, José Mª Montalvo  y Miguel Sebastián alertaban del peligro del mercado inmobiliario.

En 2007-2008 se produjo una parada repentina del sector de la construcción, el mercado se congeló, e incluso hubo una caída de precios pequeña. En el 2008 se redujo el crecimiento del PIB y aumentó el paro hasta el 11,3%. Y ya en el 2009 el PIB se contrajo y el paro subió hasta el 18%, mientras los salarios aumentaron. Se produjo un deterioro de las cuentas públicas.

En un principio el sector financiero aguantó bien esta situación, además los bancos españoles estuvieron al margen de la crisis de los créditos hipotecarios en USA. Se inició un lento descenso de inmuebles, y todavía se constataba la existencia de más provisiones bancarias. Los problemas del sector financiero empezaron en mayo de 2010, cuando los bancos y cajas vieron aumentada la prima de riesgo.

El mercado inmobiliario durante los años de la burbuja funcionaron mediante el préstamo de dinero a interés bajo a la promotora, quedándose ésta como propietaria al 100%, o bien la entidad financiera dejaba dinero a la promotora, pero formando una sociedad al 50%, con reparto de beneficios a la venta. Si la promoción va bien, en el primer caso hay cobro de lo prestado más intereses, y en el segundo reparto de beneficios. En cambio si va mal, en el primer caso el 100% lo asume el promotor, el banco no pierde, mientras que en el segundo la deuda va contra el capital del banco. Podría ser peor, que la promotora liquidase la sociedad por pérdidas, por lo que el banco tiene que bajar el valor del activo y del pasivo a cargo del capital del banco, y todo dependería de la solvencia de éste.

Posteriormente las entidades financieras concedieron nuevos préstamos para que la promotoras pagasen la deuda primera, es un truco contable, por tanto el emprendedor no puede conseguir hipotecas porque el dinero está ya prestado.

Las entidades financieras tuvieron que refinanciar su deuda, pero como no tiene activos les piden un interés muy alto. Se inicia una captura de depósitos ofreciendo un interés más alto para poder competir. El Banco Central inyecta capital para evitar un colapso del sistema financiero. De todo lo que ha ocurrido hay que extraer tres conclusiones: 1) no hubiese existido problema si la financiación hubiese sido de capital y no de deuda; 2) los balances de las familias y las empresas están relacionados; 3) las cosas pueden empeorar si el supervisor rescata a las entidades financieras.

El boom inmobiliario se financió con deuda, hipoteca cuya garantía era el inmueble, y los bancos y cajas se financiaban del exterior porque no había suficiente dinero ahorrado para cubrir la demanda de préstamos. El endeudamiento privado es del 60%- 65% a 177% del PIB, mientras que la Administración pública es del 80% a 44% y a 71,5%. El endeudamiento para la compra de viviendas se pasa del 58% en 1992 el 58% al 81,5% de la renta particular en 2010. De todas formas hay liquidez, existen activos que permiten paga deuda sin vender sus casas. Hay un 40% más de activos que de deuda.

domingo, 28 de abril de 2013

El fenómeno del megalitismo en la Península Ibérica

Taula de Trepucó (Menorca)
Megalitismo es un término que hace referencia a las construcciones hechas con grandes bloques de piedra (megalithos), y su uso se extiende no sólo a las construcciones de la Europa occidental, sino también a América del sur, India, Indonesia, Palestina, Egipto, Etiopía, norte de África, realizadas por tanto en diferentes partes del mundo, por diferentes culturas, en diferentes períodos cronológicos. En concreto, si nos referimos a la Europa occidental, los restos megalíticos más antiguos se encuentran en Bretaña (Francia) y en Portugal, con dataciones de mediados del v milenio a.C., y por consiguiente anteriores a las necrópolis del Egeo del 2800 a.C. Estos resultados han permitido poner en evidencia la tesis orientalista e hiperdifusionista que defendía el origen oriental del fenómeno.  Se generaliza su uso durante los milenios iv y iii, desde el Neolítico pleno al Calcolítico y los inicios de la Edad de Bronce, y es a partir del ii milenio cuando se extiende a otros continentes.
 
En contraposición a los defensores de la tesis hiperdifusionista, quienes defienden un origen poligenista del fenómeno del megalitismo consideran que la Bretaña francesa y Portugal, además del sur de la Península Ibérica, Irlanda o Dinamarca, han sido los centros origen de esta arquitectura monumental y a partir del Neolítico avanzado se expansionó y evolucionó de forma independiente. En concreto en España el megalitismo aparece durante el iv milenio a.C.
Con independencia del lugar y tiempo de construcción todas estas obras tienen en común una organización y estructura social con cierto grado evolutivo; además es evidente el carácter de centros de culto que tienen estos complejos megalíticos, aglutinan su valor simbólico y religioso con su función funeraria, son auténticos santuarios o lugares sagrados. Estas obras se caracterizan por su monumentalidad, sus espectaculares dimensiones y el esfuerzo requerido, cualidad que nos manifiesta una estructura social muy jerarquizada que posibilita la movilización y la coordinación de un elevado número de personas durante un período de tiempo prolongado; por su carácter colectivo, como reflejo del poder de una familia o de un grupo, con un claro valor simbólico, debido a que las estructuras funerarias están destinadas a inhumaciones colectivas en contraposición  a la tradición de enterramientos individuales hasta el pleno Neolítico;  y como expresión de dominio sobre un territorio, de su vinculación con el grupo.
Las manifestaciones concretas del megalitismo en la Península Ibérica se sustancian en las cuevas sepulcrales con inhumaciones colectivas, utilizadas con la aparición de los asentamientos al aire libre y el abandono de las cuevas como hábitat. Los hipogeos de la costa atlántica, consistentes en una cámara con corredor excavada en la roca. Y finalmente los sepulcros megalíticos construidos con mampostería en piedra combinada con grandes losas, en concreto los sepulcros de corredor con cámara circular cubierta con falsa cúpula.
Además, en estrecha relación con el megalitismo los inhumados aparecen acompañados de ricos ajuares, una manifestación más de la complejidad social de estas sociedades, compuestos por cuentas de collar, pulseras, brazaletes de arquero, cerámicas decoradas, elementos votivos como armas, e ídolos.

domingo, 27 de enero de 2013

Breves apuntes sobre el Hombre de Neandertal en la Península Ibérica


 
El Homo neanderthalensis empezó su diferenciación genética con respecto al Homo heidelbergensis hace unos 350.000 BP dentro del Pleistoceno medio, pudiéndolo encontrar ya formado hace unos 128.000 BP, durante la subfase climática del Último Periodo Interglaciar (OIS 5e), ya en el Pleistoceno superior. Su retroceso y desaparición generalizados se sitúan sobre los 40.000 BP, dentro del Interpleniglaciar (OIS 3), aunque los últimos reductos los encontramos en la Península Ibérica hace aproximadamente unos 25.000 BP. Su existencia coincidió con la última gran glaciación de la secuencia glaciar alpina (Würm) caracterizada por el predominio de un clima frío y seco, en la que se produjeron oscilaciones de períodos más cálidos y húmedos.
 
En la Península Ibérica, las características climatológicas produjeron una alternancia de vegetación semidesértica y de estepa, con la expansión de los bosques mediterráneos poco densos durante los períodos más templados. La fauna sufría todos estos cambios, y las especies o bien se adaptaban a éstos, emigraban a otros biomas más apropiados o simplemente se extinguían.
 
La nutrición de los neandertales se basaba principalmente en una dieta cárnica, y en menor medida en el consumo de vegetales. Existen dos hipótesis principales al respecto de la habilidad que tenían a la hora de organizar una cacería; por un lado Binford considera que los neandertales tenían una baja capacidad de previsión a largo plazo, y por eso sus estrategias de caza no eran sistemáticas y organizadas, y no les permitían desarrollar tácticas capaces de cazar grandes presas, por lo que eran más bien oportunistas que les permitían cazar pequeñas presas, e incluso carroñeros. Mientras que por otra parte Chase defiende que dominaban estrategias cinegéticas complejas  que los convertían en cazadores especializados capacitados de abatir a grandes piezas. Existe una tercera opción argumentada por el propio Finlayson, que basa las posibilidades de adquisición de recursos alimenticios a las mejores condiciones climáticas de la Península Ibérica con respecto a zonas más septentrionales. A pesar de la gran cantidad de kilómetros de costa los neandertales no practicaron de forma frecuente la pesca, aunque si se ha constatado, no de forma abundante, la captación de recursos en medios hídricos, como restos de lapas, cochas de mejillones e incluso restos de focas.
 
Los datos paleoetnográficos disponibles nos hablan de una escasa densidad de población repartida en grupos poco numerosos y unidos por vínculos de parentesco, autárquica y aislada por lo que la endogamia se convirtió en una desventaja adaptativa decisiva en su supervivencia. El tipo de hábitat del Homo neanderthalensis es al aire libre, y en cuevas y abrigos. Se caracteriza por dos tipos de ocupaciones, unas de corta duración donde se realizaron un número limitado de actividades, y otras que constituyen auténticos espacios domésticos organizados en torno a hogares, y con acumulaciones de restos faunísticos y de producción de artefactos, y que sugieren la existencia de ocupaciones más prolongadas (Vilas Ruivas y Abric Romaní).Se ha planteado la existencia de la construcción de cabañas, estructuras abiertas o paravientos.
Útiles de sílex de Cova Negra
El complejo industrial o cultura asociado a los neandertales es el denominado Musteriense, en el que podemos encontrar toda una serie de útiles caracterizados por cierta variabilidad. En líneas generales este tecnocomplejo presenta una escasa variedad de útiles, agrupados en cinco grupos fundamentales: raederas, denticulados, bifaces, puntas y cuchillos de dorso. También se le atribuye el Chatelperroniense. El simbolismo se manifiesta en los enterramientos, en las conchas marinas perforadas usadas como colgantes y manifestaciones plásticas simbólicas.
 
Finalmente, los yacimientos más destacados los encontramos en el norte peninsular en el Castillo, Morín, Pendo, Lezetxiki y Abric Romaní; en el Levante y Andalucía en Cova Negra, Zafarraya, Carihuela y Gorham’s Cave; en la fachada atlántica en Foz Coa; y en el interior peninsular en Ambrona y Los Casares.