Punto de encuentro para los amantes de la historia, el arte y los grabados




El rincón de Tucídides aspira, sin pretensiones, a presentar toda aquella información interesante al respecto de la historia, el arte, fotos de grabados y libros antiguos de mi colección, citas de libros que me han gustado, referencias que vaya encontrando sobre estos temas, en fin todo aquello que me interesa, y que espero pueda ser atractivo para los demás.

"Insulae Balearides et Pytiusae"

"Insulae Balearides et Pytiusae"
"Novus Atlas" o "Theatrum Orbis Terrarum", de Blaeu, Amsterdam, 1640

La frase


"Mientras vivas procura constantemente instruirte, no presumas que la vejez lleve consigo la sabiduría"

Solón (638 a.C- 558 a.C)


Plan de Palma de N. de Fer

Plan de Palma de N. de Fer
Plano de Palma de N. de Fer (s. XVIII)

sábado, 9 de junio de 2012

Hitler: Estado actual de la cuestión

En la actualidad se disponen de fuentes primarias que contribuyen a aproximar más la figura y su contexto, y nos permiten una mayor profundización sobre el tema. En concreto, dos recopilaciones de los escritos y discursos  de Hitler, una que llega hasta la refundación del partido nazi en 1925, y otra correspondiente al período comprendido desde esta fecha hasta su nombramiento como canciller del Reich en 1933. Otra de las más destacables es el diario del ministro de propaganda Joseph Goebbles conservado en los archivos estatales de Moscú, los cuales han estado clasificados hasta la caída de la URSS. El propio Kershaw pone en duda la autenticidad del “Hitler Speaks” de Hermann Rausching. Además, la propia forma de trabajar antiburocrática y secreta de Hitler, y la ausencia de relaciones personales, hace que toda la documentación encontrada tenga que ser analizada y filtrada concienzudamente.

A parte de la historiografía marxista y la liberal, los diferentes enfoques historiográficos sobre la cuestión se dividen básicamente en dos bloques.  En primer lugar, aquellos que han sido denominados “intencionalistas”, debido a que explican los acontecimientos históricos según las intenciones ideológicas o políticas del Führer; hacen hincapié en el papel fundamental que tuvo en la historia alemana, y sus conclusiones se centran en “el poder supremo de Hitler como señor del Tercer Reich”[1]. En segundo lugar, se sitúan en un polo opuesto los llamados “estructuralistas”. Este grupo de historiadores defiende el condicionamiento de las decisiones políticas a las limitaciones estructurales. Según expone el propio Kershaw, “el enfoque estructuralista vio la luz en la década de 1960 cuando fue posible por primera vez estudiar las estructuras internas del régimen nazi con cierta profundidad”. Por lo que “desde esta perspectiva resultaría evidente que la mano de Hitler no se hallaba omnipresente en el manejo de los asuntos del régimen. Tanto una ‘anarquía administrativa’ como una jungla competitiva de intereses en disputa constituyeron los rasgos predominantes del Tercer Reich”. [2] Esta posición defendía argumentos como que disponía de poco poder decisorio, estaba más preocupado por mantener su prestigio, era indeciso, y no tenía un programa claro de gobierno. El alcance de tal magnitud de poder es innegable, pero los condicionantes externos y las actuaciones de otros también fueron decisivos.

Los dos ejemplos más claros y contrapuestos, son precisamente, el del propio Kershaw, que podríamos considerar como estructuralista, y el otro es Joachim Fest, un claro modelo de intencionalista. Kershaw  se define a si mismo como un “estructuralista moderado” porque en su obra subraya “el carácter indispensable de Hitler al mismo tiempo que la necesidad de unas muy específicas estructuras sociales y políticas”[3]. Porque lo que pretende alguna manera es aproximar las dos posiciones historiográficas, al considerar artificial su división.

Y el otro autor es Joachim Fest al cual se le criticó  el que “no tenía en cuenta las fuerzas sociales ni las estructuras que habían colaborado paso a paso con Hitler para que pudiera alcanzar sus objetivos”[4]. El propio autor se defiende indicando que si bien “cada vez es más débil el papel que desempeña el individuo durante el transcurso de la historia y que ya no es suficiente, como se creía en el siglo xix, para hacer historia. Pero este individuo, aunque con bastante retraso, ha hecho bastante más historia de la que correspondía, si cabe, a la época”[5].  Fest piensa que la responsabilidad de cada individuo es fundamental, si bien lo importante es encontrar un equilibrio entre todos los elementos que intervienen en los acontecimientos, incluida la masa anónima y la elite de poder.

La opinión que Fest tiene de la obra de Kershaw se resume en que es “demasiado contradictoria la idea de que un historiador social pretenda escribir la biografía de un personaje que resultó ser decisivo para la Historia”[6]. Según este autor el peso del personaje se va difuminando a medida que transcurre la obra hasta que al final solamente queda según sus palabras un “espectro”. Considera que “raras veces es tan fácil como en esas páginas encontrar paradojas en la biografía de un personaje que acaba reducido a un mero punto en el que convergen las fuerzas sociales, de tal modo que quede casi anulado. Sin embargo, parece que con ello se olvida de que fue él quien cambió por completo todo el curso del mundo”[7]. Fest defiende que Hitler consiguió hacer realidad sus intenciones con su fracaso, y que ha marcado todo el devenir posterior de la historia. Según Kershaw las dos obras básicas y que le fascinaron fue una precisamente  la de Fest y la otra de Alan Bullock, el cual reduce el ascenso de Hitler a lo absoluto a sus ansias desmesuradas de poder.

Existen otros autores destacables. Hugh R. Trevor- Roper basa su idea sobre el Führer en toda una ideología estructura alrededor de una serie de tópicos y resentimientos que se sustanciaban en la conquista de territorio, lo que se denominó el “espacio vital”, y su odio obsesivo a los judíos. Hay otros más atrevidos que evidencian arriesgadas teorías sin fuerza probatoria, que rozan la elucubración, con las que pretenden explicar el comportamiento y el pensamiento de Hitler. Así Erich Fromm se centra en motivaciones psicológicas para explicar una voluntad de morir consecuencia de una represión prolongada y el deseo de destruir esta imagen, el verdadero odio de Hitler era la propia Alemania. Alice Miller habla de un deseo de venganza como consecuencia de la represión y tiranía que sus padres ejercieron durante su niñez. Simon Wiesenthal nos sitúa su antisemitismo en un escenario totalmente diferente, el contagio de una enfermedad venérea contagiada por una prostituta judía en Viena.

¿Intencionalistas o estructuralistas?, es una pregunta de difícil respuesta. Personalmente, creo que la historia no puede entenderse sin una serie de personajes, que debido a su carisma, su inteligencia, su determinación en la puesta en acción de una idea o una ideología, han cambiado el rumbo del mundo. Es innegable que hay un antes y un después de la aparición de figuras históricas de la talla de Lutero, Napoleón y el propio Hitler, por poner sólo unos ejemplos. Las consecuencias de sus decisiones arrastraron a millones de personas y el mundo nunca fue el mismo, evolucionó en un sentido determinado. Pero, si que es cierto, que para que estos personajes se desarrollen y puedan llevar a la práctica su pensamiento, y arrastrar a multitudes convencidas, es necesario que concurran unas circunstancias políticas, sociales, económicas, culturales y espirituales determinadas, es decir, el contexto tiene que ser propicio para que se produzcan esos cambios. Ahora, la “palanca”, en palabras de Kershaw, es el factor clave. Por tanto, ante el estudio de personajes de tanto impacto que consiguen cambiar el mundo, me inclino más hacia las tendencias intencionalistas que  hacia las estructuralistas. Hay personajes que para bien o para mal, son únicos e irrepetibles, y las consecuencias de sus acciones u omisiones marcan el devenir de las sociedades por mucho tiempo.

[1] Kershaw, I., “Hitler”, Biblioteca Nueva, Madrid, 2007.
[2] Diálogo con Ian Kershaw: Hitler y el nazismo Explicar lo irracional en términos racionales”. Entrevista de Miranda Lida en el historiador. com.
[3] Diálogo con Ian Kershaw: Hitler y el nazismo “Explicar lo irracional en términos racionales”. Entrevista de Miranda Lida en el historiador. com.
[4] Fest, J., “Hitler: una biografía”,  Planeta, Barcelona, 2005.
[5] Fest, J., “Hitler: una biografía”,  Planeta, Barcelona, 2005.
[6] Fest, J., “Hitler: una biografía”,  Planeta, Barcelona, 2005.
[7] Fest, J., “Hitler: una biografía”,  Planeta, Barcelona, 2005.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cualquier aportación o comentario de tu parte siempre será bienvenido