Punto de encuentro para los amantes de la historia, el arte y los grabados




El rincón de Tucídides aspira, sin pretensiones, a presentar toda aquella información interesante al respecto de la historia, el arte, fotos de grabados y libros antiguos de mi colección, citas de libros que me han gustado, referencias que vaya encontrando sobre estos temas, en fin todo aquello que me interesa, y que espero pueda ser atractivo para los demás.

"Insulae Balearides et Pytiusae"

"Insulae Balearides et Pytiusae"
"Novus Atlas" o "Theatrum Orbis Terrarum", de Blaeu, Amsterdam, 1640

La frase


"Mientras vivas procura constantemente instruirte, no presumas que la vejez lleve consigo la sabiduría"

Solón (638 a.C- 558 a.C)


Plan de Palma de N. de Fer

Plan de Palma de N. de Fer
Plano de Palma de N. de Fer (s. XVIII)

sábado, 6 de agosto de 2011

El Imperior Hitita

El marco geográfico de la Península de Anatolia a finales del Bronce Medio y durante el Bronce Reciente es complejo por la existencia de diversos reinos, y una heterogeneidad étnica y lingüística. La capital del reino era Hattusa, situada en el centro del país, al norte limitaba con el mar de Mármara y el mar Negro, donde habitaba un pueblo montañés llamado gasca, en el sureste se encuentra la cordillera del Tauro donde hay las Puertas de Cilicia, y el sur limitaba con el Mediterráneo.

Los orígenes del Imperio Hitita hay que buscarlos en el periodo de transición el iii al ii milenio a.C. cuando los reyes de Kussara, Pikhana y Anitta, unificaron la región, conquistando ciudades como Nesa, y destruyendo la futura capital del reino, Hattusa. Durante los primeros siglos del ii milenio a.C. los asirios establecieron en Anatolia unos asentamientos comerciales (karum), cuya ciudad más importante fue Kanish, los cuales mantenían una independencia respecto a las ciudades nativas, y que sirvieron para el intercambio de plata y oro por productos textiles y, especialmente, estaño.

A la muerte de Anitta se inicia un período de transición poco conocido que finaliza con la subida al trono de Hattusili (1650-1620 a.C.), momento en el que empieza el Reino Antiguo Hitita, pasando la capital a Hattusa, e iniciándose una política de expansión, que le llevó a dominar la Anatolia central, penetró en el Norte de Siria conquistando Alalah. Al año siguiente se dirigió contra el reino de Arzawa, hecho aprovechado por los hurritas para atacarle, lo que le obligó a asegurar su reino. Una vez pacificado cruzó el Éufrates para iniciar una campaña militar sin conseguir el dominio de la zona. Le sucedió Mursili i (1620-1590 a.C.), el cual se tuvo que enfrentar con los mismos enemigos que su predecesor, venció al reino de Yamhad, conquistando Aleppo lo que le permitió controlar las rutas comerciales del norte de Siria. Aprovechó la inestabilidad de la zona para realizar una campaña de saqueo que le llevó a Babilonia en 1595 a.C. Durante el reinado de su sucesor Telepinu surgió el reino de Kizzuwatna. A la muerte de este rey el reino entra en una época poco conocida caracterizada por luchas internas.

La organización política tiene como centro del poder la figura del rey, asistido por una asamblea o consejo aristocrático, el Panku, se duda si la monarquía fue electiva durante los primeros tiempos del Reino Antiguo. La esposa del rey también tuvo su importancia.

El Imperio Hitita surge con el reinado de Suppiluliuma i (1344-1322 a.C.). Primero se dedicó a asegurar la estabilidad de Anatolia, dejando bajo su órbita a los reinos de Kizzuwadna, Arzawa e Isuwa, para luego expansionarse, derrota a Mitanni, se establece en Siria, llegando hasta Kadesh, lo que le obliga a firmar el pacto de kurustama con Egipto por sus intereses en la zona. Firmó tratados con Amurru, Ugarit, Kadesh y la Babilonia casita para hacer frente a los asirios, a su vez se extendió hacia el Éufrates conquistando Karchemish. La viuda de Tutankhamón, Ankhesamón, solicitó desposarse con un hijo del rey, que durante el viaje Egipto fue asesinado, sirviendo este hecho como motivo para consolidar las victorias en Siria y formar el imperio más grande en extensión de los Hititas.

Sus sucesores, Mursili ii, Muwatalli ii, Mursili iii, Hattusili iii, Tudhaliya iv y Suppiluliuma ii tuvieron que hacer frente a rebeliones dentro de su imperio y a una política cada vez más agresiva de Egipto y Asiria, contexto en el que se produce la batalla de Kadesh con Rameses ii y el traslado de la capital a Tarhuntassa, para luego volver a Hattussa, hasta el agotamiento y fin del imperio a manos de los Pueblos del Mar, los gasca y frigios. Gran importancia tuvo en este contexto la diplomacia y la firma de tratados con reinos y ciudades, en los que se hacia un juramento de los reyes vasallos con el rey hitita, siempre se reflejaba la superioridad del rey hitita, a excepción del único paritario que firmaron  Rameses ii y Hattusili iii.

El rey administraba justicia, dirigía los ejércitos, y realizaba ofrendas en santuarios en calidad de sacerdote principal, como Yazilikaya, o en ciudades consideradas sagradas, como Nerik, Arinna y Zippalanda. Las ciudades más importantes del imperio fueron la capital Hattussa, así como Aleppo y Karkemish que se consideraron virreinatos para facilitar el control de un imperio tan extenso.

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