"Carlos V con perro" de Tiziano |
A finales del siglo
xiv y principios del xv los príncipes alemanes empezaban a afirmar su poder y a
considerar los territorios, no como una propiedad privada, sino cada vez más
como un estado superior a los hombres. Llevaron a cabo una reorganización de la
administración y mantuvieron una mayor vinculación con la Iglesia , por lo que
estaban preparados para convertirse en potencias. No obstante, las tensiones
sociales latentes hacían de Alemania en 1520 un barril de pólvora. Se convirtió
en un terreno favorable para que prosperasen las ideas luteranas a causa de la
debilidad del poder imperial, de las ambiciones de los príncipes, de las
tensiones sociales que enfrentaban al campesinado y pequeños señores, ciudades
y nobleza, y de un profundo nacionalismo muy hostil a las influencias
italianas. A nivel espiritual los humanistas alemanes mantenían un duro
enfrentamiento con la
Iglesia.
Tras la muerte del emperador Maximiliano ocurrida el 12 de enero de 1519, su nieto Carlos v (1500-1558) fue elegido emperador en la votación imperial celebrada en el coro dela Iglesia de San Bartolomé de Francfort el 28 de
junio de ese mismo año. Desde el inicio de su gobierno imperial hasta su
abdicación en el invierno de 1555-1556 estuvo inmerso en el problema del reformismo
luterano sin que pudiese dar una solución definitiva y pactada que conciliase
tanto a príncipes católicos como protestantes.
Todo empezó el día de Todos los Santos de 1517, Lutero (1483- 1546) emprende su camino reformista con el pregón de sus 95 Tesis, a raíz de la venta de indulgencias, basándose en la denuncia de las falsas seguridades dadas a los fieles, la afirmación de que sólo Dios puede perdonar y no el papa, y de que el único tesoro radica en el Evangelio.
Tras la muerte del emperador Maximiliano ocurrida el 12 de enero de 1519, su nieto Carlos v (1500-1558) fue elegido emperador en la votación imperial celebrada en el coro de
Todo empezó el día de Todos los Santos de 1517, Lutero (1483- 1546) emprende su camino reformista con el pregón de sus 95 Tesis, a raíz de la venta de indulgencias, basándose en la denuncia de las falsas seguridades dadas a los fieles, la afirmación de que sólo Dios puede perdonar y no el papa, y de que el único tesoro radica en el Evangelio.
"Martin Lutero" de Lucas Cranach el Viejo |
A partir de aquí los
acontecimientos se precipitaron desarrollándose una disputa en el seno de la Iglesia entre 1519 y 1520.
Sus afirmaciones principales fueron: el rechazo de la primacía romana y de la
autoridad de los concilios, el valor único de las Escrituras como contenido de
la fe, inutilidad de la tradición dogmática e inexistencia del Purgatorio.
El
período que se considera decisivo en el asentamiento de las doctrinas de Lutero
es el de 1520- 1521 cuando escribe los tres grandes tratados, “El papado de
Roma”, “Manifiesto a la nobleza cristiana de la nación alemana”, y el “Tratado
de la libertad cristiana y la cautividad babilónica de la iglesia”.
Desde 1521 Lutero se
encontraba condenado por la
Iglesia , estaba amenazado de excomunión y en período de
retractación pública. En ese mismo año Carlos v convoca la Dieta de Worms y se enfrenta
por primera vez con el público y con la república de los príncipes alemanes. El
Emperador en el marco del solapamiento jurídico entre Iglesia y Estado seguiría
la línea marcada por la excomunión que pesaba sobre Lutero, y le proscribiría
del Imperio, a lo que había que añadir que éste no se había retractado de sus
ideas. Las negociaciones previas y posteriores a la dieta fueron sustanciosas. El
franciscano Glapion, confesor del Emperador, intentó convencer al príncipe
elector Federico de Sajonia de que aquel apoyaría una reforma de la iglesia si
Lutero se retractaba de alguno de sus postulados. El 19 de abril Carlos v hizo
pública una declaración contra Lutero basada en la teoría conciliarista, si
bien autorizaba posteriores negociaciones de los estados con Lutero, de las que
se esperaba una solución pactada dentro de la Iglesia , haciendo uso de
un tribunal participado por el Emperador y los estados, de un concilio general
o de una comisión de teólogos en el sentido de las propuestas de Erasmo. La
postura del emperador quedó fijada jurídicamente en mayo de 1521 en el llamado
Edicto de Worms que proscribía no sólo al propio Lutero, sino también a sus
seguidores.
En este momento Europa adopta tres posiciones perfectamente definidas, los seguidores inequívocos de Lutero, los que se situaban en la línea del papa, y los eclécticos de corte erasmista, los cuales todavía creían en una reforma dentro dela Iglesia. De
todas formas los efectos prácticos de la declaración concluyente de Carlos v se
vieron atenuados debido a su pronto abandono del Imperio para luchar contra
Francia por la hegemonía europea. El Imperio entonces se vio sumido en un estado
de descontrol bajo grupos de radicales, mientras Lutero se puso bajo la
protección del Príncipe Elector de Sajonia. En un principio los príncipes
alemanes fueron cautos en su acción, como se puede apreciar en las Dietas de
Núremberg de 1522- 1524. El enfrentamiento en Wittenberg entre los que estaban
en contra de la reforma y los “Schwärmer” o reformistas exaltados condujo a una
radicalización de las posturas. Lutero y
sus seguidores creían que actuaban según la libertad de conciencia respecto a
cualquier norma de procedencia humana, incluso aún cuando empezaban a recurrir
a la fuerza regulativa e unificadora del poder secular.
En este momento Europa adopta tres posiciones perfectamente definidas, los seguidores inequívocos de Lutero, los que se situaban en la línea del papa, y los eclécticos de corte erasmista, los cuales todavía creían en una reforma dentro de
Un hecho importante
fue la formación en Ratisbona en 1524 de una liga católica. El artífice de esta
unión fue Fernando, al que Carlos v había transmitido los territorios
patrimoniales de los Habsburgo en Austria además de ejercer el derecho de
representarlo en los asuntos imperiales en el Sacro Imperio. El acuerdo de
Ratisbona evidenció los problemas internos de la Iglesia , se precisaba de
una reforma urgente, la exigencia de un concilio general estaba ampliamente
extendida en Alemania. En otoño de 1524 las ciudades imperiales al plantear
esta necesidad fueron contestadas con el veto del Emperador. El movimiento
reformista se fue extendiendo por las ciudades en donde se palpitaba un latente
anticlericalismo, sentían la necesidad de apreciar la pureza de las escrituras
sin las ataduras de las normas de los hombres. En 1528 las reivindicaciones
luteranas se impusieron en Hamburgo. Durante la primera época de la Reforma el movimiento
reformador alemán se circunscribió en un ambiente urbano.
El Emperador estaba enfrascado en el programa ideológico pautado por su canciller Gattinara sobre el “dominium mundi”, por ello se encontró con dos problemas, la posición autónoma de Francia y la fuerte posición de los príncipes alemanes en el Imperio. En cuanto a éstos en la citada Dieta de Worms de 1521 se alcanzaron compromisos intermedios entre los planteamientos monárquicos y el sistema estamental del Sacro Imperio. Entre 1521 y 1529 Carlos v estuvo ocupado en la lucha hegemónica en Europa contra Francia en el escenario italiano.
La crisis de la sociedad subsiguiente al movimiento reformador alcanza su punto álgido en Alemania conla Guerra
de los Campesinos (1524-1526), y que terminó con la derrota sangrienta de
éstos. El movimiento campesino tenía su origen en unas circunstancias sociales,
económicas y políticas, fueron grupos descoordinados entre si, pero que tenían
en su fondo común el fermento religioso de carácter reformista. En un principio
se vieron favorecidos por la crisis institucional del Imperio, pero al final
gracias a la intervención militar de la Liga
Suaba la resistencia fue cediendo hasta su desaparición
definitiva de las regiones alpinas en 1526. En 1524 Thomas Müntzer se colocó al
frente de un movimiento escatológico-radical que posteriormente desembocó en el
levantamiento de los campesinos alemanes. Debido a la enemistad manifiesta de
Lutero con Müntzer, y el peligro que veía en el compromiso en que podía quedar
la causa reformista, se mantuvo al margen del conflicto, e incluso se mostró en
contra alegando posiciones doctrinales antagónicas, además de reprobar
cualquier sublevación frente a la legalidad vigente. El precio que tuvo que
pagar Lutero fue su mayor dependencia de los poderes seculares a partir de
1525.
En lugar de la concepción original que postulaba que la renovación dela Iglesia se debía articular
en el seno de las comunidades cristianas, poco a poco se fue imponiendo un
sistema de iglesias territoriales dirigidas desde el poder secular. La
organización parroquial se hizo conjuntamente por teólogos y funcionarios de
los príncipes. La jurisdicción de los obispos dejó de ser reconocida. Los
monasterios fueron disueltos y los bienes de la Iglesia pasaron a manos de
los príncipes, sin que la nueva organización eclesiástica pudiese tener visos
de mantener una autonomía con respecto al poder secular.
El Emperador estaba enfrascado en el programa ideológico pautado por su canciller Gattinara sobre el “dominium mundi”, por ello se encontró con dos problemas, la posición autónoma de Francia y la fuerte posición de los príncipes alemanes en el Imperio. En cuanto a éstos en la citada Dieta de Worms de 1521 se alcanzaron compromisos intermedios entre los planteamientos monárquicos y el sistema estamental del Sacro Imperio. Entre 1521 y 1529 Carlos v estuvo ocupado en la lucha hegemónica en Europa contra Francia en el escenario italiano.
La crisis de la sociedad subsiguiente al movimiento reformador alcanza su punto álgido en Alemania con
En lugar de la concepción original que postulaba que la renovación de
Muy influido por
Lutero encontramos la figura de Zwinglio, aunque su actuación se circunscribe
básicamente en la
Confederación suiza, aunque también influyó en las regiones
sudoccidentales de Alemania. Las diferencias doctrinales entre Zwinglio y
Lutero se intentaron resolver sin éxito mediante la celebración de un coloquio teológico
(Coloquio de Marburgo en 1529). A pesar de esto la expansión de la Reforma fue imparable. En la Dieta de Espira (1526)
aprovechando que Carlos v estaba en pleno enfrentamiento con Francia y el
Papado, se optó por una resolución moderada en cuestiones de fe, sin que
implicase ser un soporte jurídico para la constitución de iglesias
territoriales evangélicas, pero allanó su camino, de hecho, sirvió de base para
instituir un principio del derecho de los poderes urbanos y territoriales a
optar por una u otra iglesia, sin que podamos hablar de libertad individual de
conciencia y culto. Esta situación cambió por intervención imperial en la Dieta de Espira (1529) en la
que se anulaban los compromisos asumidos tres años antes, y se endurecían las
disposiciones del Edicto de Worms. La mayoría católica estuvo a favor, pero
cinco príncipes y catorce ciudades del Imperio protestaron porque consideraban
que cada estado debía tener su propia responsabilidad ante Dios. De entre los
príncipes electores sólo el Elector de Sajonia formaba parte de los denominados
“protestantes”. Para evitar la proscripción del Imperio buscaron una teoría
jurídica que permitiese su compatibilidad con el sistema, es lo que se denominó
la “aristocracia estamental”, por la que se atribuía a los estados del Imperio
el derecho de afirmarse, incluso frente al Emperador, en aquellos asuntos
relacionados con la religión de sus súbditos. Tanto las ciudades como los
principados a la hora de organizar las nuevas formas eclesiásticas se
desvincularon inequívocamente del movimiento anabaptista.
Se había emprendido el camino de formación de dos partidos religiosos políticamente articulados, pero todavía quedaba pendiente saber si las fuerzas partidarias de la concordia se impondrían. El propio emperador Carlos v, después de su coronación, abrióla Dieta de Augsburgo en 1530 con
la intención de adoptar una posición de mediación por encima de las partes,
perseguía una concordia teológica. Un grupo de estados evangélicos presentó la
“Confessio Augustana” formulada por
Melanchthon con un espíritu conciliador y abierto al acuerdo, pero la respuesta
católica no permitía la reconciliación. Carlos v se vio obligado a dejar su
posición de mediador y ponerse al frente de la facción católica, tuvo que
afrontar una disyuntiva, o el concilio o la guerra. El concilio había sido de
nuevo solicitado al papa Clemente vii pero sin éxito, mientras que los
principados católicos no estaban muy dispuestos a ir a la guerra.
Grabado de Zwinglio |
Se había emprendido el camino de formación de dos partidos religiosos políticamente articulados, pero todavía quedaba pendiente saber si las fuerzas partidarias de la concordia se impondrían. El propio emperador Carlos v, después de su coronación, abrió
En 1532 ante la presión del enemigo turco el Emperador se vio forzado a firmar una paz religiosa de plazo limitado con los príncipes protestantes en Nuremberg. Con anterioridad, en 1531 los príncipes y las ciudades evangélicos formaron
Tras una campaña poco provechosa contra los turcos en 1532 el Emperador volvió a dejar desatendidos los problemas de
Entre 1539 y 1540 el problema alemán era el que mayores preocupaciones concitaron al Emperador. Tomando como base
En 1542 el duque de Cléveris de tendencias protestantes se enfrentó a Carlos v por la sucesión de los Güeldres, siendo derrotado, anexionados los territorios a los Países Bajos, y obligado a renunciar a su confesionalidad.
La guerra contra los príncipes y las ciudades protestantes reunidos en
La actividad diplomática
fue intensa, el Emperador se aseguró el apoyo del Ducado de Baviera, además la Dieta de Ratisbona en 1546
sirvió de fondo para los últimos preparativos secretos para la guerra, entre
ellos se aseguró el apoyo de ciertos príncipes protestantes, presentándose las
campañas militares no como una guerra religiosa sino como una acción ejecutiva conforme
al derecho del Imperio contra aquellos que habían violado la paz. Los combates
se desarrollaron en la Alemania Meridional
a lo largo del Danubio. El duque Mauricio de Sajonia, aliado de Carlos v, atacó
los territorios sajones de su primo haciéndole huir hacia el norte. En la
primavera de 1547 sólo quedaba la resistencia de la Sajonia electoral, por lo
que el 24 de abril en Mühlberg fue definitivamente derrotada la liga y hechos
prisioneros Juan Federico de Sajonia y Felipe de Hesse. En protestantismo
alemán dejó de existir como fuerza político-militar organizada. El Emperador
había alcanzado el cenit de su poder en Alemania y en Europa, pero no exento de
problemas, principalmente con el papa Paulo iii, primero retiró sus tropas de
apoyo al Emperador justo acabado el plazo establecido en el acuerdo, y segundo
decidió trasladar las sesiones de Trento a Bolonia sin consultar con Carlos v.
La política religiosa e imperial del Emperador quedó afectada, debido a que la
celebración en Bolonia de las sesiones incumplía una de las promesas hechas a
los príncipes alemanes. Además las relaciones entre Paulo iii y Carlos v se
vieron deterioradas cuando el duque de Parma y Piacenza, hijo del papa, fue
asesinado a manos de unos nobles rebeldes, siendo el Emperador acusado por el
pontífice de estar detrás de este hecho.
Tras la derrota de Esmalcalda Carlos v se presentaba como invencible, si bien tras
Monasterio de Yuste (Cáceres) |